Cadenas de valor para la diversificación productiva en regiones vulnerables ante una transición energética
En el contexto de la tercera fase del proyecto "Preparando al sector público y financiero al riesgo de transición climática: Creación de capacidades y llamado a la acción" bajo el programa UKPACT Colombia, el Centro Regional de Finanzas Sostenibles de la Universidad de los Andes diseñó un componente centrado en promover la reconversión productiva en la Guajira y Cesar mediante contribuciones a proyectos en sectores productivos como agropecuario, turístico, ganadero, entre otros. Para esta contribución, el proyecto busca proporcionar asistencia técnica y seguimiento a actores involucrados en cadenas de valor potenciales alineadas con una reconversión económica justa hacia una economía baja en carbono en la Guajira y el Cesar, priorizando cadenas de valor prometedoras.
Primero es clave determinar qué son las cadenas de valor. De acuerdo con Vizcarra (2007), las cadenas productivas son un "sistema constituido por actores interrelacionados y por una sucesión de operaciones de producción, transformación y comercialización de un producto(s) ". Estas actividades abarcan desde la provisión de insumos y materias primas hasta la transformación y producción de bienes intermedios y finales. Aquí interactúan productores, clientes, proveedores de servicios, sector público, instituciones de asistencia técnica, financiadores, etc (Cayeros, Robles Zepeda & Soto, 2016). Por otro lado, estas cadenas se concentran en generar valor y beneficios ante el consumidor para así obtener una ventaja competitiva (en cualquier eslabón de la cadena) (Porter, 1985). En la Figura 1 se pueden observar otras variables que permiten su funcionamiento.
Figura 1. Actores de la cadena de valor
Fuente: Cayeros, Robles Zepeda & Soto (2016)
Teniendo en cuenta lo anterior, la coordinación entre actores en el sector productivo es una prioridad para cubrir las necesidades de la demanda de un producto específico y aportar a la organización de los actores de cadenas para impulsar la transición energética justa de regiones dependientes económicamente de los combustibles fósiles.
¿Por qué son importantes las cadenas de valor para una transición Justa y Equitativa?
La importancia de las cadenas de valor para una transición justa y equitativa radica en la necesaria articulación de los diversos actores que componen estos entramados productivos. La transición justa busca, ante todo, que las economías mundiales evolucionen hacia modelos más sostenibles, equitativos e inclusivos, considerando no solo a las empresas, sino a todos los actores involucrados en las cadenas de valor (Pacto Mundial, 2023).
En este contexto, la creación de cadenas de valor agroalimentarias bien estructuradas se convierte en un tema de gran relevancia a la hora de buscar estrategias para la gestión de una transición energética. Los esfuerzos por generar productividad en las regiones, por crear oportunidades y empleo decente se vuelven fundamentales. También es crucial crear cadenas que diversifiquen la economía de las regiones más vulnerables a los impactos de la transición.
La transición hacia modelos económicos más sostenibles implica, por diseño, una respuesta coordinada ante los desafíos del cambio climático y las transformaciones medioambientales (Pacto Mundial, 2023). La gestión de riesgos en estas cadenas de valor adquiere una relevancia especial, por ejemplo, la respuesta de la cadena productiva agroalimentaria y sus stakeholders ante condiciones de sequía o la inclusión de actividades libres de emisiones. La articulación efectiva de los actores en las cadenas de valor se convierte así en un catalizador para una transición justa.
A nivel nacional, se han identificado varios retos que limitan la articulación y desarrollo óptimos de las cadenas de valor. Entre los desafíos que enfrentan las cadenas de valor agroalimentarias se encuentran la conectividad vial limitada, dificultades en el acceso a la electricidad, disminución en el rendimiento y la productividad agrícola, aumento de precios y déficits comerciales, así como impactos sociales, entre otros. Abordar estos desafíos requiere un trabajo mancomunado de los diferentes actores involucrados, así como el papel crucial que debe desempeñar el sector financiero. Estas instituciones financieras pueden invertir en infraestructura conducente y de apoyo, abarcando desde la producción primaria y los procesos de transformación industrial hasta las fases de comercialización (Grupo Bicentenario, 2023). Su participación estratégica puede contribuir significativamente a superar barreras y fortalecer la resiliencia de las cadenas de valor en el contexto nacional.
Aquellas cadenas que incorporen estrategias de gestión de riesgos sostenibles a largo plazo, considerando aspectos ambientales, económicos y sociales, estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos asociados al cambio climático. Además, las cadenas bien estructuradas pueden generar oportunidades y aumentar el crecimiento económico de las regiones.
Referencias
CAYEROS ALTAMIRANO, S. E., ROBLES ZEPEDA, F. J., & Soto Ceja, E. D. E. L. (2016). Cadenas productivas y cadenas de valor. CONACYT.
Pacto Mundial de las Naciones Unidas. (2023). TRANSICIÓN JUSTA EN LAS CADENAS DE SUMINISTRO INFORME PARA EMPRESAS. Pacto Mundial. https://info.pactomundial.org/transicion-justa-cadenas-de-suministro
Grupo Bicentenario. (2023). Pilares de la estrategia del Grupo Bicentenario, En busca de maximizar las sinergias entre sus entidades.